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Mirar a los ojos

Hola amigos,

Hoy jueves he tenido la segunda consulta de revisión desde el alta del trasplante. Los indicadores sanguíneos siguen estando dentro de los parámetros programados por los doctores y estoy muy contento por ello. Además, la medicación va poco a poco reduciéndose y la famosa ya hemorroide está empezando a remitir. Así que los efectos secundarios son mínimos de momento.

Aunque la visita hospitalaria es siempre compleja y larga (analítica, consulta con la enfermera, aporte de medicinas o transfusiones intravenosas y finalmente consulta con la doctora) hoy me ha permitido encontrarme con algunos transplantados de «mi quinta» (entre ellos Pablo Raez), y ver cómo progresan a pesar de las dificultades siempre da mucha alegría. Mi saludo y mis ánimos desde aquí a todos ellos.

El tiempo pasa volando. Hace ya una semana de la Vigilia, la noche antes de salir de la habitación de aislamiento, y aquí me encuentro de nuevo escribiendo de noche… pero con numerosas diferencias. Las risas de mis pequeños ha inundado todo el anteriormente silencioso entorno que me rodea. Mi espacio vital ha aumentado de una habitación a toda una casa. Comienzo a utilizar mi tiempo para salidas, no sin esfuerzo, a la calle a pasear con la familia. Todo suena a «normal» cuando todavía se siente como «especial»…

Sin embargo, las noches siguen siendo mi espacio personal. Siempre lo fueron. Cuando todos duermen, empleo algunos minutos para mis frikadas: escuchar la radio, leer, navegar por internet… En el silencio de este jueves, mi mente vuelve a irse unos meses atrás. Concretamente al 16 de Junio. El día de la noticia. Justo tras darme Dani Barrios todos los detalles de la enfermedad, cuando me trasladaban desde observación hacia la habitación, me crucé con dos mujeres. Una cuyo rostro me era familiar, la madre de Elena Garrido mi compañera en Teleco. La otra no la conocía, pero su nombre llevaba varios días resonando a mi alrededor: la doctora Mari Carmen Villalta.

La doctora Villalta, amiga de conocidos de mis padres, que desde el primer momento de ofreció a asesorarnos y guiarnos en este duro proceso. Mujer luchadora y hecha a sí misma, lideró con éxito áreas novedosas y experimentales relacionadas con la hematología en Málaga. A la que mi padre llamó una y otra vez aquellos días, siempre encontrando una amable respuesta y una eficaz resolución. Allí estaba en persona, diciéndome con una amable sonrisa «tú no me conoces pero yo soy la doctora Villalta».

Qué pequeño es Málaga… días mas tarde supe que la doctora era hermana y tía de unos amables vecinos que habitaron en casa de mis padres cuando yo contaba con unos 16 años. En especial compartimos juegos y actividades en la piscina con sus hijas Noemí y Esther… buenos tiempos donde organizábamos acampadas en el jardín. Y también recientemente me enteré que dos compañeros de trabajo en Ericsson, Manuel y Alejandro, son familia directa de la doctora. Ciertamente cuando el puzzle se acaba todo encaja y se entiende de dónde viene ese talante que marca a personas especiales.

Vuelvo a nuestro encuentro, el 16 de Junio. Aunque estaba jodido por la noticia, no pude más que agradecer a la doctora todo lo que había hecho por mí y por mi familia en esos días tan complicados. Ante esos halagos, ella, en lugar de responder lo típico de «no es para tanto, etc. etc.» hizo algo que no olvidaré: me miró a los ojos, con esa mirada que sólo los líderes que además son buenas personas tienen, y me clavó una frase: «Mira Gabi, esto de la hematología ha avanzado mucho, y tú te vas a curar». A lo que añadió «yo desgraciadamente estoy muy malita y no creo que tenga arreglo, pero tú saldrás adelante».

La doctora Villalta, desgraciadamente, falleció justo ayer. Os ruego, amigos, una oración y un recuerdo para la primera persona que supo mirarme a los ojos y decirme con seguridad pasmosa cuál sería mi destino. Dios y la Virgen la tengan ya en la Gloria del Cielo, y vele desde allí por su familia y por todos nosotros. Descanse en Paz.

Un abrazo a todos. Yo confío. ¡¡¡VAMOOOSSS!!!

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18 respuestas »

  1. Buenas noches primo

    Por aquí ando yo también algo tarde, y, aunque mañana hay que currar, a mi me pasa como a ti y la noche me da mucha paz..

    Quizás por el silencio, porque es cuando rezo y cuando realmente pienso con más claridad y serenidad.

    Siento mucho el fallecimiento de la doctora de la que con tanto cariño hablas, seguro que allí en el cielo tendrá un lugar privilegiado por haber sido tan buena persona. Una oración por ella esta noche.

    En cuanto a ti, querido primo, sigue animado, brillando como siempre y con todo el cariño que te envío.

    Descansa mucho. Yo confío!!

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  2. Buenos días, Gabi.

    Todo sigue bien, no sé si, incluso, mejor de lo que se esperaba. Es posible…

    En cualquier caso sabemos que la Fe mueve montañas, y éstas eran bien rocosas. Pues se están moviendo.

    Me alegro mucho de esos resultados pero me has dejado «tocado» con lo de la doctora. Sin duda te habrà afectado bastante por lo que nos has contado de ella. Que descanse en paz y que pida por nosotros desde arriba.

    Un fuerte abrazo y vamooooos que seguimos siempre palanteeeee.

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  3. Hola Gabi,

    Gracias por tus cariñosas palabras sobre mi gran amiga la Dra Villalta con quien tuve la suerte de compartir muchos momentos.
    Tal como diría ella sin perder su sonrisa » la vida sigue, vivirla»
    VAMOOOS Gabi!!

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    • «La otra señora»… Elvira hija, muchas gracias por tu comentario, por estar allí ese día, por tu preocupación constante durante este periodo, por traerme a tu hija para que me visitase, y por tantas otras cosas. Vamos adelante. Por ella también. Un fuerte abrazo!!!

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  4. Amigo Gabito ; por tercera vez intento escribirte en relación a tu comentario Mirar a los ojos , en torno a Marycarmen Villalta; le venia grande y pequeño lo de Dra. Unos días antes le lleve la comunión y hablamos un rato . Sin comentarios : una de las experiencias que legitiman y justiprecian 32 casi años de cura , en muchas veredas, atajos y caminos . Me tenía dos envenenados encargos: que yo le celebrase el funeral – vaya si era consciente de todo – y muy sencillo- tan grande como su vida – y lo intente . Y me dejo varios regalos: uno el trato que , hace ya 30 años -dio a mi padre ; el que tb dispenso a mi
    Admirado amigo JM ESTEVE y otro esa mirada a tus ojos para entregarte la vida q a ella ya se le iba de las manos . Me despedí en la homilia con mucha sencillez :hoy somos más pobres; pero con mas echuufe allá : la HEROINA SILENCIOSA MARYCARMEN VILLALTA.A ti
    Manolo , marta y Alejandro .
    Gracias , Gabito , por tanto don compartido

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    • Si no me equivoco tu eres Paco un cura que conozco desde hace años a traves de mi hermano Gabriel y de Maribel. De no ser así no te preocupes que lo que voy a escribir a continuación sirve para tí o para cualquier otra persona.
      Es maravilloso que esa mirada os haya encandilado tanto a mi sobrino Gabi como a tí. Está claro que debía ser una mujer excepcional. Por ello te felicito por la reflexción que haces sobre ella en tu texto: «y otro esa mirada a tus ojos para entregarte la vida q a ella ya se le iba de las manos». Es lo más hermoso y emocionante que he leido desde hace tiempo. Enhorabuena «Fracisco o Paco para mí».
      Y para no hacerme pesado aprovecho este texto para repetirle a Gabi YO CONFIO.

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  5. Gabiiii!!! Cuánto se dice con la mirada. De verdad que lo siento muchísimo. Qué grande ha tenido que ser la Dra. Villalta para transmitirte las esperanzas y la fortaleza a pesar de su situación. Hay personas especiales, que son capaces de mejorar nuestras vidas sólo con estar en ellas. Descanse en paz. Rezaré por ella y su familia esta noche. Yo también creo que ésas son las mejoras horas para estar con uno mismo. Un enorme beso. VAMOSS!!!

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  6. No tenia el gusto de conocer a esta doctora pero despues de todo lo q he leido acerca de su persona debio ser un angel en la tierra que ya estara disfrutando en el paraiso.
    Disculpame Gabi q esta noche mi oracion sea por ella.
    A seguir confiabdo.
    !!!!!! VAMOS!!!!!

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  7. Ciertamente, no hay nada más natural que morirse. De esto hablábamos el otro día, ya que la única condición que hay que cumplir es estar vivos. El problema, dije yo, es hacerlo antes de tiempo. A eso, lamentablemente, no se puede acostumbrar nadie. Sin embargo, conocer a la Dra. Villalta, su ejemplo y entereza nos ayudan a todos. Poder despedirse de sus seres queridos, seguir mirando a los ojos e inyectando vida demuestran que, más allá de la tiranía del silencio que normalmente imperan en estos casos, el doloroso proceso del final de la vida puede ser muy sereno. Doy gracias a Dios por su vida y le pido el consuelo necesario para sus seres queridos. Un abrazo fuerte, de esos infinitos. VAMOS!!

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  8. Me alegro mucho de tenerte en el barrio y de que la travesía vaya viento en popa. Hablando de popa, sobre las hemorroides yo te puedo asesorar… Tuve mis coqueteos con ese problemita hace unos años.

    Un abrazo fuerte, amigo!

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  9. Hay personas grandes, magnánimas, espléndidas… Personas a las que basta un segundo para darte todo lo que son y transmitirte esperanza y ánimo. Personas auténticas. Qué grande Mary Carmen Villalta!.
    No es preciso que tengas con ellas una relación de años porque con personas así basta un encuentro.
    Nos alegramos que todo «progrese adecuadamente». Un fuerte abrazo y nuestro reconocimiento a la Dra.

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