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Viven

Hola amigos,

Muchos de vosotros me decís que hace tiempo que no escribo, y tenéis razón. No voy a poner excusa alguna, simplemente la vida, esa vida con su día a día que abandoné por un tiempo para tratar mi enfermedad, ahora me reclama con aquellos que están más cerca.

Se acercan las fechas navideñas, y para mí está siendo un tiempo de grandes emociones. Cuando tuve la recaída extramedular en Enero de este año, busqué artículos para entender en qué consistía esta evolución en mi enfermedad. Y sin querer, me topé con un estudio de unas decenas de pacientes, que decía que la esperanza media de vida una vez acaecida la enfermedad fuera de la médula era de siete meses. Nunca hice caso a estadísticas acerca de mi dolencia, porque al final cada individuo es diferente… sin embargo y sin quererlo me resigné a pensar que la navidad que acababa de vivir (convulsa, por la enfermedad de mi padre) sería la última para mí también…

Mucho ha acontecido este 2017. Y en este último mes, conforme se acercan las fiestas, un halo de nostalgia recorre mi interior. Pero es una nostalgia alegre. Mi sobrino Óscar, hijo de mi donante Miguel, acaba de nacer, y este fin de semana iré a Cantabria para conocerle en persona. Puedo decir que Óscar es «sangre de mi sangre» 🙂 Un embarazo con ciertas complicaciones, y un parto con alguna incertidumbre. Todos echábamos de menos a mi padre. Él, además de haber aportado su gran sabiduría y experiencia profesional, tenía el talento y la capacidad de serenarnos a todos cuando las cosas parecían venir más torcidas de lo esperado. Aparentemente silente, sin darnos cuenta, con su simple presencia lograba aquel efecto. Pues bien, ignoro qué mecanismos o trucos habrá allá en el cielo, pero cuando llegó el momento del parto una sensación de serenidad nos invadió a todos… y estoy seguro que venía de él, de mi padre.

Él sigue viniendo conmigo a todos los partidos del Unicaja; subimos juntos la cuesta del Carpena todavía con cierta fatiga por su parte y por la mía, nos sentamos y animamos a nuestro equipo. Él también estuvo viendo, seguro, por las ondas celestiales, mi intervención en 101TV en el programa Zona Verde, ¡anda que no me lo pasé bien, Papá! Gracias por encontrar siempre la manera de seguir acompañándome allá donde vaya.

Y en aquel programa de Zona Verde, también hubo un hueco para alguien que viene conmigo porque yo continúo con el pacto al que llegamos en vida. Mi querido Pablo Ráez es una leyenda para muchos malagueños y españoles que siguieron su heroica lucha contra la enfermedad. Para mí es un hermano, alguien que ha vivido lo que yo he vivido, y lo que es más importante, que lo ha sentido y lo ha vivido COMO yo lo estoy viviendo. Levantarse cada día a dar más amor. Sonreír. Aprovechar el hoy, que es irrepetible. Regalar vida a través de las donaciones de médula. Pablo me acompaña en todos los momentos, los buenos disfrutados y los difíciles. Sigo haciendo mi ritual saludo cada vez que entro en Carlos Haya, tocando el dintel de la puerta y diciendo «vamos Pablo». Y ayer, tuve el privilegio y la sorpresa de reencontrarme con su padre, Paco, en la inauguración de la Fundación El Pimpi. Hablamos con una sonrisa de nuestro Pablo, y de sus cosas. Os comento, sin embargo, algo que me pareció increíble: Paco le ha hablado recientemente a estudiantes de medicina en Alicante de su experiencia; y desde el sosiego dejó mensajes inolvidables a aquellos chicos de la importancia de combinar la ciencia y el cariño. Y además, contó una anécdota acerca de Pablo y una infección que tuvo, que inicialmente se creía que era congénita, y que se descubrió a los veinte días que provenía de su catéter. Apenas un par de meses después era yo el que estaba sin defensas y con una infección aguda en mi habitación 602, más p’allá que p’acá. El mismo médico de infecciosos vino a visitarme y enseguida sospechó del catéter como fuente de la infección… Pablo y su experiencia previa con ese doctor probablemente salvó mi vida. ¿No es increíble? Gracias Pablo, seguimos en este camino siempre juntos.

Como veis, mi padre, Pablo… siguen aquí. Están vivos en cada paso que doy. Como Manolo, con el que paseo por Muelle Uno a través de Rosa y su hija Natalia con las que hablo a menudo. Como Borja, con el que comparto una pizza o una hamburguesa mientras disfruto de las fotos de su niño creciendo rápido de la mano de Jenni. O como mi querida Ana Rosa, valiente y guapísima, que se encontró en el cielo con su hijo pero dejó el hueco de nuestras conversaciones de WhatsApp para hablar de esas eternas preguntas sin responder, que sólo Él, nuestro Señor, podrá hacernos entender. Todos ellos VIVEN. No sólo en el recuerdo, sino en mi quehacer diario. En mis costumbres. En mis actos. En mis palabras. La vida con ellos es más maravillosa aún.

Os deseo a todos muy Feliz Navidad. Y os invito a disfrutar de aquellas personas a las que queréis, las que se pueden tocar, y las que viven como ellos. Y todos juntos valoremos el regalo de cada día. Que Dios bendiga a todas vuestras familias. Un abrazo. Yo confío. ¡¡¡VAMOOOOSSS!!!

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10 respuestas »

  1. Oh! Como me alegro de leerte y verte. Que paséis una feliz navidad y que el próximo año os traiga mucha salud y amor. Aunque no hemos tenido casi relación siempre os recuerdo con cariño.
    Muchos besos para toda la familia!

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  2. Es cierto que todos ellos continúan con nosotros. De otra forma, pero siguen a nuestro lado. Se trata de convivir con ellos pero de manera distinta. A través de sensaciones, detalles y pequeñas cosas que nos acercan a su recuerdo y nos hace que estén presentes.
    En pleno Adviento, tiempo de esperanza, amor y reencuentro, muchas Felicidades a Todos. Continuamos adelante con más fuerza que nunca. Vamooooos con alegría!!!

    Hacia Belén va una burra rin rin
    yo me remendaba, yo me remendé
    yo me eché un remiendo yo me lo quité…….

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  3. Gracias por tus palabras porque para mi hoy es una fecha muy especial, también lo ha sido este año en que como tu dices 4 seres muy querido han perdido su materialidad y me cuesta seguir comunicándome con ellos, Mi nueva nieta y mis otros nietos renuevan la vida familiar y la VIDA SIGUE

    FELIZ NAVIDAD!!! Seguimos siendo muy afortunados,
    Un abrazo a toda la familia incluida tu madre

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  4. Me encanta leerte, GABI, sabes transmitir esa serenidad que tenia tu padre… del que me acuerdo mucho porque era muy amigo de mi suegro, médico también, y con el que compartía tardes de dominó en la cafetería el Jardín ( luego, los Naranjos) … que recuerdos ….. Para nosotros este año también está lleno de ausencias … pero la que más hueco ha dejado ha sido el fallecimiento de mi cuñada Alícia, con 48 años, de cáncer de ovario … dejando a un angelito de 7 años que adoraba a su madre y que es nuestro ahijado … ella, ya sabía las pasadas navidades que serían las últimas …. y se encargó de encomendarnos a cada uno de nosotros encarguitos sobre cositas que le gustaría hiciéramos cuando ella faltara ….la echo de menos cada día y cada minuto pero la veo en su hijo y se que está con nosotros con esa misma presencia que mencionas a tu padre y amigos que quedaron en el camino ……/ Feliz Navidad GABI …y te deseo que todavía des mucha guerra !!! Un abrazo amigo. Belén y Antonio

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  5. Que alegría poder leerte con tus bonito relato y palabras y de tu recuperación
    Enhorabuena por el nacimiento de Óscar y espero disfrutes mucho del viaje a Cantabria
    Feliz Navidad para tu y tu maravillosa familia
    Te queremos❤️❤️😘😘

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  6. Querido Gabi:
    Celebro observar en las fotos que estas estupendamente, es una alegria ver lo muy recuperado que te encuentras, es un sitoma claro de que el momento de curarse esta llegando y aunque a veces se produzcan recaidas en esta maldita enfermedad, los pasos hacia adelante son los que deben marcar la tónica y en ese avance arduo cada vez uno se aproxima mas a la meta.

    Como siempre tienes palabras de cariño para todos los que te rodean, yo admiro tu coraje, porque se que no es facil estar enfermo, encontrarse mal y al tiempo pensar en el bienestar de los demás; en fin, ya te lo habran dicho pero eres un tio muy valiente….y muy alto jajajajaja.

    En estas fechas tan especiales para todos, en las que las familias celebran la Navidad, juntos rodeados de afecto y esperanzados para que el año próximo sea mejor, es cuando mas sentimos la falta de aquellos seres queridos que ya no pueden acompañarnos fisicamente y aunque las personas no nos abandonan mientras las recordemos, si es cierto que sentimos mucho más su ausencia, pero la vida con sus avatares nos empuja a seguir y siempre debemos pensar en aquellas personas que han perdido a sus seres queridos a destiempo, porque aunque las comparaciones son odiosas tenemos que reflexionar y comprender que cuando el camino esta andado la muerte concluye el trayecto, es ley de vida; yo acostumbro a pensar cuando me invade la tristeza con la ausencia de personas a las que he querido mucho, que soy afortunada porque he disfrutado con ellas, y he recorrido un largo camino a su lado, despues me inundo de los muchos recuerdos que guardo y me siento reconfortada.Siempre pienso en las personas que pierden a los suyos de manera tragica o en los miles de padres que pierden a sus hijos…..eso si que es tremendo, Dios no deberia permitir que ningun padre tuviese que enterrar a un hijo.

    Asi que querido Gabi, tu padre te acompañara siempre, donde tu vayas el seguira tus pasos, lo llevas en el corazón , siempre estareis juntos.

    Quiero desde esta modesta comunicación contigo, unirme a tu recuerdo de Pablo, un muchacho que se nos metio en el corazón a todos los padres y madres de España, un niño bueno que nos contagio de esperanza a todos y que nos mostro el lado mas humano de la enfermedad; solo espero que el recuerdo de su sonrisa ilumine a sus padres y toda la generosidad que nos brindo les de aliento para seguir .Soy madre y soy consciente de que no existen las pàlabras ni los gestos suficientes para que Paco y Rosamary reciban el consuelo necesario , no hay consuelo…no existe nada que mitigue un dolor tan profundo; por eso, desde estas letras solo manifestar mi más profundo respeto .

    Queridisimo Gabi, espero que estas Navidades sean para ti inolvidables, que disfrutes mucho en la compañia de tu familia, deseo de corazón que tus niños te llenen de felicidad, con esos momentos maravillosos que nos aportan los niños, y que junto a Reme empeceis el próximo año esperanzados e ilusionados; estoy convencida de que va a ser un año estupendo.

    Un abrazo fuerte, y un besiño para los chatiños pequeños que seguro que ya están entusiasmados pensando en los Reyes y disfrutando de estos dias magicos.

    Y cuando te sientas triste , accede al archivo de tu cerebro donde guardas los recuerdos, y contempla los viejos retratos que guardas en el, donde tu padre te miraba y seguro que lo único que pedia para ti es que fueses feliz….asi que, obedecele y se feliz….para los padres la felicidad de un hijo es de obligado cumplimiento.
    Un abrazo

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  7. Hola Gabi

    De vez en cuando echo un vistazo a tu blog y, aunque no te conozca en persona, me alegro enormemente de que tu enfermedad vaya mejorando. En los momentos malos que has pasado has sabido transmitir con tus palabras una fuerza que es de admirar. Felices fiestas para ti y tu hermosa familia.

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