Mi Salud

El tiro decisivo

Hola amigos,

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Como todos sabéis, el PET/TAC es la prueba trimestral que realizamos para confirmar el estado de mi enfermedad. Mediante la inyección de un contraste radiactivo, la máquina detecta en qué lugares se encuentran las células cancerígenas, ahora que pueden aparecer y anidar en cualquier lugar de mi cuerpo.

Los resultados del PET que me realicé el lunes ya están informados, y se resumen en una sencilla y corta frase: «Está igual que hace tres meses». Las células cancerígenas siguen viviendo en mi costado izquierdo, con una ligera mayor extensión e intensidad en sus actividades. Los otros focos detectados, en la clavícula y en el omóplato, se encuentran un poquito más inactivos.

Supongo que os pasa a todos. Cuando uno ha estado trabajando, sacrificando y luchando para que algo ocurra, espera ver resultados. Y si estos resultados no llegan, uno se siente decepcionado. Así me ha ocurrido a mí: estos tres meses no han sido fáciles. He estrenado un tratamiento de quimioterapia en pastillas, con todos sus efectos secundarios tan molestos, en particular la diarrea y el cansancio constante. También intentamos bajar la ferritina en mi organismo con otro medicamento. He tenido que convivir con dolores y pinchazos en mi costado izquierdo, en ocasiones insoportables que me hacían estar postrado en cama durante horas. Todo esto, para que a los tres meses te digan que estás… igual. Que nada ha cambiado, Que nada ha mejorado. Que a pesar de todos esos sacrificios, sigue faltando exactamente la misma distancia para llegar a la curación completa.

Con esa sensación decepcionante me fui del hospital el pasado miércoles. Y justamente, ese miércoles por la noche, había partido del Unicaja. Un partido con cosas en juego: el Valencia Basket es nuestro principal rival en el grupo, si vencíamos podíamos ser primeros. Ya se acumulan algunos enfrentamientos directos donde no conseguíamos vencerlos… El Unicaja además tenía bajas importantes: Carlos Suárez y Alberto Díaz llevan varias semanas lesionados y a pesar del trabajo realizado ambos han recaído de sus lesiones y todavía ven lejos el momento de su reincorporación al equipo. Se ha incorporado a un nuevo base, Boatright, que está poco a poco acoplándose al grupo.

Aun habiendo realizado un buen partido, lleno de entrega, esfuerzo y sacrificio, llegamos a un final muy igualado. Adam Waczynski tuvo el tiro decisivo para ganar… y esta vez no entró. Una nueva derrota contra el Valencia Basket. El equipo se retiró apesadumbrado, entre los aplausos del público.

La casualidad hizo que durante el encuentro mi hermano Rafa fuera agraciado en el concurso «envía tu foto por tu cumpleaños» con una cena para dos. Por tanto, tras el partido tuvimos que bajar todos a la zona de vestuarios para recoger el premio. Eso provocó que mis hijas me pidiesen encarecidamente: «papá, por favor, vamos a quedarnos un ratito más y nos hacemos fotos con los jugadores». A pesar de que yo estaba cansado y decepcionado por mi noticia del PET, y de que no era el mejor día para molestar a los jugadores, mi corazón de padre se sobrepuso a todo eso y respondí con un «sí, hijas, vamos a esperar», con la correspondiente fiesta y sonrisas por parte de ellas.

El primero en salir fue Carlos Suárez. Se le notaba todavía tenso por la impotencia de tener que vivir un partido tan importante vestido de calle. Eso no le impidió saludarme tan cariñoso como siempre. Me preguntó por mi salud y comencé a contarle los resultados de mi PET, la frustración por el no avance, la impotencia de no ver recompensado mi esfuerzo… y en mitad de mi explicación levanté la cabeza y le dije: «Carlos… pero qué te voy a contar, si probablemente tú estés viviendo las mismas sensaciones con la evolución de tu lesión». Ambos nos miramos, nos sonreímos y con una gran complicidad nos sentimos solidarios en nuestras propias frustraciones, transformándolas en ese momento en un mensaje de aliento y ánimo mutuos. ¿Cómo es posible que empezásemos la conversación ambos frustrados y la terminásemos sonriendo y dándonos ánimos? Quizá porque ambos dejamos de mirar nuestras propias «miserias» y por un momento nos pusimos en la piel del otro.

Alberto Díaz me dedicó nada más verme la mejor de sus sonrisas. A él le conté de nuevo el resultado de mi PET, pero en esta ocasión ya más relajado. Él también me contó acerca de su lesión. Alberto es todo tesón, todo esfuerzo… y a la vez serenidad y temple. Mi conversación con él me inundó precisamente de esa serenidad: me comentó que no hay que centrarse en el partido de hoy, en este que no ha podido estar. Hay más partidos por delante, y todo este esfuerzo por alcanzar la recuperación redundará en que el día que vuelva a la pista podrá rendir al 100% y ofrecer su mejor juego. Él está convencido que ese día llegará, lo visiona, lo ambiciona, y trabaja por ello. Al marcharse, refraseé toda su reflexión pero aplicada a mí y a mi enfermedad. Y comencé a entender que el resultado del PET de este trimestre («igual» que hace tres meses) no era más que un partido igualado como el de sea noche, y que habrá más partidos, y que todo este esfuerzo que he realizado hasta ahora no es en vano.

Finalmente, pude encontrarme con Adam Waczynski. Él es un gran tipo, nos atendió a todos amablemente, y permitió que nos hiciéramos fotos juntos, lo cual agradecieron mucho Elena y Marta. Me preguntó en perfecto español que cómo estaba de salud, que se acordaba de mí (de encuentros anteriores donde ya habíamos hablado de mi enfermedad) y que se alegraba de verme tan bien de aspecto. Le hice un breve resumen del resultado del PET. Y algo me impulsó a decirle algo más: «Adam, hoy estamos decepcionados por este partido tan igualado, igual que yo con mi PET. Has sido muy valiente al jugarte el tiro decisivo. Hoy no ha entrado la canasta, pero créeme: habrá un partido muy pronto donde tirarás ese tiro y lo meterás, y haremos algo muy grande. Y aquí estaré yo otra vez, esperándote, esta vez para celebrar juntos». Adam me sonrió, me dijo «estoy seguro que sí», y ambos nos fuimos a casa a descansar tras un día largo, duro, pero a la vez terapéutico.

Amigos: el baloncesto, que me ha enseñado tantas cosas, me volvió a dar una lección en un día difícil. El PET no es el final de nada ni el principio de nada. Es un partido, cuyo resultado ha estado muy igualado. Llegarán más partidos, y todo el esfuerzo, el sacrificio, la preparación y la entrega no son en balde: llegará un día donde ese tiro decisivo entre en la canasta, y todos celebraremos la victoria juntos.

Gracias Unicaja. El deporte es vida. Un abrazo a todos. #YoConfío. ¡¡¡Vamooosss!!!

P.D: Envío un especial saludo a los alumnos de 1º ESO del colegio San Estanislao (SEK) que con tanto cariño me acogieron en mi charla/testimonio del día 31 de Enero. Muchísimas gracias por vuestro cariño.

12 respuestas »

  1. Qué bueno tu relato Gabi. Me encanta el análisis comparando todo con los partidos y me quedo con una cosa, que el PET no te ha dado una paliza sino que tú sigues peleando y se ha visto que el cáncer no lo tiene nada fácil contigo, cosa que me alegra enormemente 😊. Así que hoy más que nunca, Yo confío. Vamooooossss!

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  2. Gabi, nunca nada es en vano aunque pensemos lo contrario. En la lucha que mi mujer mantuvo con las Loes de su hígado ocasionadas por la hepatitis C, los resultados de las resonancias a veces reflejaban que todo seguía igual que en la anterior. Créeme, no era para cantar pero sí nos servían de alivio pues en ese tiempo transcurrido no se había producido crecimiento alguno, que ya era mucho. Y esas resonancias iban precedidas de quimioembolizaciones, alcoholizaciones o radiofrecuencias, todas muy dolorosas. Pedirte que mantengas el ánimo , hoy por hoy es pedir demasiado. Piensa que no se sigue contigo un protocolo definido, os movéis a ciegas; es mucho ver que por lo menos en estos tres meses últimos la cosa ha estado contenida. A ver si ese nuevo camino que iniciáis consigue poner la marcha atrás y podamos ver un horizonte más esperanzador. Mucho ánimo para los dos y sigamos confiando en que Dios está a vuestro lado. Un abrazo muy fuerte. 😘💪🤗

    Enviado desde mi iPhone

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  3. Me quedo sin palabras, sólo rezar para que ocurra el milagro con alguna nueva medicación que estoy segura encontrarán.
    Gracias por todo y por esa foto !! Y seguimos como estábamos.
    Un gran abrazo también a toda la familia

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  4. Hola Gabi!! Tú te lo dices todo. Desde luego que da gusto leer todo lo que escribes. Qué nunca te falte ese buen ánimo para superar las no tan buenas noticias. Yo confío! Besos a la familia.

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  5. Es verdad, tiene que ser my duro esforzarse tanto, luchar tanto, sufrir tanto para que te digan que todo sigue igual, ni siquiera se cuanto de dificil. Sin embaargo hay una enorme diferencia entre que te digan que todo sigue igual a que te digan que todo va peor. Pero esto ya lo sabes, tu nos enseñas, nos das lecciones de vida a diario, que puedo decirte yo salvo gracias por ser estar, por seguir, por querer. Vamooooosssss

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  6. Nos encanta recibir noticias tuyas, GABI, y como lo relatas todo … deberías escribir un libro, ayudarías a muuucha gente, de verdad!!! Estoy segura que habrá un PET bueno y no tardará en llegar !!! Esa es la actitud. Vamossssss.
    Belén y Antonio

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  7. El tiro decisivo llegará y todos lo celebraremos…. Y mientras tanto celebramos cada entrada tuya como una victoria, porque aunque no avancemos tampoco retrocedemos. Tu visión de los acontecimientos desde una perspectiva de suma confianza es ya media curación y no sólo te hace bien a ti sino a todos los que participamos de este proceso en espera de ese momento que llegará más pronto que tarde. Un fuerte abrazo

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  8. Lamento mucho que los resultados de la prueba no fueran los deseados ni estuviesen a la altura del esfuerzo que has hecho, pero lo cierto es que la guerra se gana a base de librar duras batallas, y lo vas a conseguir, en principio ya hay una parte de esas dichosas células que están inactivas …pues hay que ir a por las otras.

    Gabi en ti no hay espacio para el desaliento, con esas preciosas niñas que tienes, sólo debes pensar en las veces que en el pasado que has superado un resultado inconveniente y luchando has llegado hasta aquí…….el tiro decisivo es cada día que sale el sol y piensa que es un tiro decisivo para todos no sólo para ti……..el otro tiro, el de dejar atrás la enfermedad también llegará porque los logros han sido muchos, muchas batallas ganadas y cada día avanzas más (sólo hay que ver las fotos) la mejoria es visible..así que ánimo Gabi y vamosssss a seguir confiando¡¡¡¡

    Un abrazo Gabi para ti y para tus chatiños que ya veo que crecen mucho, ya casi tienes unas chicas.

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