Hola amig@,
Una vez ya conoces quién soy, igual te estás preguntando por qué estoy escribiendo este blog.
Cuando me diagnostican la leucemia en Junio de 2015, de repente todo era dramático a mi alrededor. Mi mujer y mis padres no paraban de contestar al teléfono explicando, entre lágrimas, una y otra vez la misma información. Pensé que una forma de aliviar el dolor que aquellos a los que quería era contar yo mismo la evolución de la enfermedad y cómo me encontraba en todo momento. «Así la gente no les tendrá que llamar tanto y no estarán tan tristes». Una idea aparentemente ingenua: como si acaso las llamadas fueran la causa de su tristeza…
De esta forma, animado también por rellenar mi tiempo en los largos ingresos de varias semanas seguidas encerrado en una habitación de aislamiento que tenía por delante, comencé a escribir las entradas iniciales del blog.
En mi primera salida del hospital, en Julio de 2015, con sólo apenas una veintena de posts, varias personas (conocidas e incluso desconocidas) se detienen al verme por la calle. Y me dicen que me siguen a través de estas páginas. Que rezan por mí. Que me mandan toda su energía y sus ánimos. Pero seguidamente van más allá: comentan que al leerme se plantean cosas. Que su interior se remueve. Que están cambiando sus parámetros y prioridades de vida…
Yo me sentí completamente abrumado al escuchar todo aquello. Lo que inicialmente surge con un sencillo objetivo de alivio a mis familiares y evasión, me doy cuenta que se convierte en poco tiempo en una poderosa herramienta. Del simple hecho de contar de una forma natural las situaciones dolorosas, sus circunstancias, los miedos, las inseguridades, las alegrías, los retos… se generó una corriente de esperanza, reflejada en cada uno de los cientos de comentarios recibidos.
Esperanza para los enfermos como yo, que muchas veces necesitamos referentes palpables no tanto en el plano médico (hay infinitas páginas sobre el cancer y sus efectos en internet) como en el aspecto más vivencial y pragmático: ¿cómo es el tratamiento? ¿qué se siente con una quimioterapia? ¿se puede pasar tantos días encerrados en una habitación de 15 metros cuadrados con un acompañante todo el tiempo sin volverse loco? Y así, multitud de preguntas…
Esperanza para los acompañantes y familiares, que sufren doblemente ante la impotencia de no poder hacer nada más por ese ser querido… la lectura de estas páginas les puede servir para comprender mejor el mapa mental del enfermo y de la enfermedad.
Esperanza en definitiva para ti, que ahora lees estas palabras. Es probable que no tengas una enfermedad, pero quizá sí un problema que te importuna, o una situación crónica en tu vida que parece que nunca se resolverá… En estas páginas comprobarás que no eres un «raro» por ese motivo, y que a pesar de cualquiera de estas dolorosas circunstancias que nos afectan, cada nuevo día es un regalo de 24 horas donde nosotros tenemos el mágico poder de decidir qué hacer con ellas y con qué actitud queremos vivirlas.
Deseo que a ti también, querido lector, te sirva esta mi humilde experiencia para vivir más intensamente y al acostarte cada día puedas decir: «hoy empleé bien mi regalo».
Un fuerte abrazo. Yo confío. ¡¡¡Vamooosss!!!
Me encanta que escribas y me encanta leerte, Gabi. GRACIAS.Un fuerte abrazo
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Otro para ti Pili 😘
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Acabo de descubrirte y ya me has hecho bien. Gracias Gabi
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La historia de este blog me ha emocionado. Es una plataforma que puede ofrecer gran ayuda a personas que luchan contra esta dura enfermedad.
Gracias a este blog muchas personas pueden dejar reflejada su historia, por lo que muchas otras pueden aprender de la experiencia que cada uno vive y cómo ha ido evolucionando su enfermedad.
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