Hola amigos,
Aunque ha sido un largo tiempo sin comunicarme a través de este blog, sí he tenido el privilegio, en cambio, de realizar una maravillosa entrevista con el equipo de la Diócesis de Málaga, en la que pudimos revisitar, de forma agradecida, todo lo aprendido en esta travesía. ¡Cuánto bien me ha hecho escribir en este blog las vivencias para poder así no olvidarlas nunca! Porque amigos, creedme, el mundo de las personas «sanas y normales» tiene demasiado ruido alrededor, que impide pararse y contemplar los detalles.
Si no he podido escribir antes es también porque he estado de mudanza. Todos vosotros sabéis de primera mano lo que supone un cambio de domicilio: follones, prisas, desorden, cajas, cajas, cajas y más cajas :). Me encontraba yo deshaciendo armarios, cuando de repente, del bolsillo de una bermuda talla XXL (las medidas del «antiguo Gabi»…), caen dos libretillas azules.

Eran dos tacos de «tickets restaurant» de los que daba Ericsson a los empleados. Estaban allí, en esa bermuda, listos para ser utilizados en alguna escapada familiar a un restaurante elegido por las niñas (probablemente de fast-food) aprovechando el buen tiempo que reinaba aquel Junio de 2015… cuando se detuvo la vida en un instante. Y allí quedaron los tickets… olvidados. Hasta hoy. Un torrente de sensaciones y escalofríos recorrieron mi cuerpo. Volver a conectar con Junio de 2015, pensar en la «normalidad» de mi vida anterior, revivir como flashes momentos difíciles acaecidos… En una aparentemente absurda escena, me puse a llorar con mis «tickets restaurant» caducados en la mano. Aparece Reme en la habitación y me observa allí congelado. Me pregunta qué me pasa, le explico lo ocurrido. Concluimos la conversación dando gracias a Dios porque «tras 57 meses, seguimos aquí y tenemos la posibilidad de volver a encontrar esos tickets, esas bermudas, y tantas y tantas cosas de nuestra vida anterior».
Mi vida ha cambiado. Ya me lo anticipó el Doctor Manolo Barrios en mi primer ingreso: «Gabi, saldrás de aquí (aunque el pronóstico era muy negativo, el Doctor Barrios siempre era capaz de trasladar un mensaje de esperanza), y todo será diferente». Cuando pronunció aquella frase, creía que se refería a los cuidados y precauciones constantes que debería mantener en mi vida futura. En absoluto: el paso por la enfermedad ha creado un nuevo Gabi, y también una nueva forma de Gabi para ver la vida.
Durante el proceso de la mudanza, para más inri, cogí un resfriado que hizo que se me llenasen los oídos de mocos. A mi ya importante sordera, se le añade un grueso tapón que hace que no pueda entender las conversaciones a más de un metro de distancia. La impotencia y la frustración personal se suma a la paciencia extra de la que tienen que armarse los que me rodean, repitiendo varias veces el mismo mensaje… Sin embargo, esta situación se ha convertido en una oportunidad de escuchar con más intensidad mi vida interior. Sí, esa vida que con tanta nitidez me hablaba en los largos (30-40 días) periodos de internamiento en la habitación de aislamiento. Interior que me grita, aun hoy en día, que no debemos complicarnos la vida, que la raíz, los pilares de nuestra vida son sencillos: en mi caso, los famigos, el amor y la fe. Tal y como dije en la entrevista: la vida es una elección personal, para regalar amor y transformar dolor en amor. Y en ello estamos…
Amigos, en estos tiempos de temor (a veces pánico) por el coronavirus, donde se recomienda permanecer aislados, donde incluso los afectados deben permanecer 14 días en cuarentena encerrados en casa… pienso que debemos transformar ese temor en una oportunidad de escuchar nuestra vida interior, hacer limpieza y dar un repaso a nuestras estanterías del corazón, ordenarlo todo y volver a los pilares básicos. Para así no perdernos luego cuando la «vida normal» vuelva maravillosa y a la vez ruidosa a llenar a nuestro entorno.
Termino dándoos las gracias por todas las muestras de cariño recibidas estos días. Un abrazo enorme. Yo confío. ¡¡¡Vamooosss!!!
Categorías:Sin categoría, Vivencias personales
Querido Gabi; por lo que veo me olvidaste en vuestra dura tarea de la mudanza ! Con la larga experiencia que tengo en esos quehaceres! Ya es tarde, pero si todavía puedo echaros una mano en chapuzas de la casa, aquí me sigues teniendo .
Gracias por esa nueva publicación en la que nos sigues enseñando a no perder la vida en vanalidades sino a enriquecerla a base de consumirla en y por los demás, ordenando y limpiando a fondo, al mismo tiempo, nuestro propio interior. Un fuerte abrazo, amigo y hermano.🤗
Enviado desde mi iPhone
Me gustaMe gusta
Animo Gabi¡¡
Que la mudanza salga bien, es latoso pero si la nueva ubicación os gusta merece la pena.
Me alegro de que te encuentres tan bien.
Un abrazo
Me gustaMe gusta
¡Me apetece mucho que nos encontremos por el barrio y comernos juntos un roquecarne!
Me gustaMe gusta
Que esos 57 meses, se multipliquen… y que tu vida continúe transformándose y transformando la de quienes te rodean. Vamooooooos
Me gustaMe gusta