Hola amigos,

Seguimos bastante estables en la evolución, las últimas analíticas no muestran nada raro y hemos aprovechado esta ventana de decente salud y buen tiempo para seguir aumentando el ritmo de actividades y tratar de ganar un poco de forma física.

Así, estuvimos el domingo en el Unicaja; también hemos paseado y hasta tomado una tapa en el centro. Otro día nos aventuramos a ir a Vélez, para ver la nueva tienda de mi prima Patricia, poder visitar a la Virgen de los Remedios en el Cerro, y llevar a la Tía Anita de 100 años a comer pescaíto. Y hasta le eché valor parar acompañar a Elena en la primera parte de su excursión a la Laguna de Fuente de Piedra…

Es evidente que todas estas actividades están trufadas de achaques, pinchazos en la barriga, bajones por la anemia… pero no importa. Paramos, descansamos y seguimos. Porque no hay que lamentarse de lo que no se puede hacer, sino aprovechar lo que sí se puede materializar.

Hoy es Viernes de Dolores… sin embargo para mí está siendo un auténtico Viernes de Amores. La actividad de hoy se centraba en la tradicional procesión de Semana Santa en el cole de las niñas, Teresianas. Los niños de infantil y primero de primaria acompañan (con túnicas y enseres fabricados íntegramente en clase) a los sagrados titulares, el Cristo de Humildad y Paciencia y la Virgen de la Esperanza Teresiana. Es un día especial para el colegio, pues toda la comunidad incluida los padres participan de este dignísimo acto.

Y efectivamente, sin esperarlo (y probablemente sin merecerlo), este Viernes de Dolores se convirtió en un Viernes de Amores. Desde el primer detalle que ha sido cederme una silla acolchada (la única que había) para poder estar sentado durante la procesión. Sucesivamente, un gran número de personas conocidas se han ido acercando a preguntarme cómo estaba y se han alegrado conmigo por la mejoría desde la anterior vez que nos vimos (hace ya meses). Destacaban mi saludable aspecto, y mi permanente sonrisa. Insisto, no sé si merezco tan generosas palabras pero quiero que sepáis que cada uno de vosotros me ha levantado el ánimo con un gran impulso… Porque la peor sensación es la de creer que «estamos estancados», y tanto vuestras palabras como vuestras caras me recargan de energía y me hacen ver la importante evolución de las últimas semanas y meses.

Hoy quiero destacar también a aquellas personas que eran anónimas o desconocidas para mí hasta hoy; pero que se han acercado con alegría y cierto gracejo para decirme que me siguen a través de este blog, agradecerme todo el bien que estoy haciendo en ellas, incluso algunas que leen el blog mientras rezan con su grupo de amigos. Hoy mismo una señora me decía que sus amigas forman el grupo al que llaman «las majorettes» que leen todos mis posts de forma puntual. De hecho, ella misma me ha recordado «¡no escribes nada desde el 7 de Marzo!«, y a la vez me decía «pero nosotras estamos contentas, porque si no escribes es que estás seguro disfrutando de la vida como te mereces«.

Sinceramente, me sigue pareciendo algo tan poderoso… Que en el anonimato de unas páginas hayamos confluido tantas personas alrededor de oración, fe, esperanza, ánimo… en definitiva alrededor de la VIDA. Me siento privilegiado por ello, y os doy las sinceras gracias a todos en nombre de mi mujer y mío, pues os confieso que cada persona, cada oración, cada mensaje… llega de forma nítida y nos impulsa a seguir caminando juntos. Os invito a continuar juntos en esta aventura.

Amigos, comienza la Semana Santa. Semana que será especial en mi caso. Porque siempre la he vivido intensamente, pero este año la sensibilidad está a flor de piel. Como anticipo, fuimos a la proyección de «La Caja Cofrade»… Apenas 20 minutos de imágenes que para los asistentes fueron interesantes, y para mí eran fuente de lágrimas de emoción. Porque contemplar el rostro de nuestra Madre de la Esperanza o el cuerpo herido de nuestro Cristo de Mena me hacen reencontrarme con tantas ocasiones de diálogo directo con ellos durante estos meses. Y no encuentro la manera de darles las gracias, a Jesús y a la Virgen, por lo que me están dando, más que dejar que brote la emoción sincera de mi corazón.

Os invito a que también vosotros viváis intensamente estos días, y tratéis de ver y sentir más allá de lo que en otras ocasiones hicísteis. Un abrazo, yo confío. ¡¡¡VAMOOOSSS!!!