Hola amigos,

En primer lugar, una breve reseña al alentador parte médico. Tras recibir las instrucciones del experto digestivo y del endocrino para luchar contra los dolores y la desnutrición severa, ha habido una buena respuesta y evolución. El dolor abdominal ha remitido con la nueva medicación, y las molestias son ahora menores que antes. Respecto a la desnutrición, la buena noticia es que he engordado 3,8 Kg en diez días. ¡Magnífico cambio de tendencia! Necesitamos muchas semanas como esta para volver a un mínimo «peso ideal», pero sin duda era necesaria esta inyección de moral.

Nuestra organización del calendario hace que irremediablemente pasemos cada año por una misma fecha, rodeada de los mismos eventos en los mismos lugares. A veces llamamos a eso «rutina». Sin embargo, el 2 de Junio de 2015 fue un día especial. Estaba diseñado para serlo. A primera hora de la mañana, Reme se disponía a defender su memoria en el tercer y último examen de las oposiciones para el puesto de Abogada en la Diputación Provincial. Su plaza fija, un sueño por el que llevábamos luchando como pareja durante casi 20 años, estaba esperando detrás de esa hora de examen. Yo estaba allí, acompañándola, animándola y tranquilizándola, como en tantas otras ocasiones y lugares; desde los fríos pasillos del Tribunal Supremo en el invierno madrileño, hasta las menos lúgubres aulas de cualquier facultad de Andalucía.

Durante la prueba ella estuvo muy sólida, o al menos yo la aprecié así quizá desde el cariño. 🙂 Terminada la prueba, fuimos a desayunar juntos y yo ya me desplacé a la oficina de Ericsson para comenzar mis quehaceres diarios. Al volver a casa, un dolor de espalda más fuerte de lo habitual, y un consejo de una compañera de trabajo, me hace desplazarme al Parque San Antonio para ver la razón de aquella lumbalgia. ¿Una mala postura? ¿Coger en brazos al bebé?… El extraño patrón reflejado en la analítica de sangre daba indicios de que algo no marchaba bien… y allí comenzó la vital y emocionante historia que hemos ido desgranando en este blog.

Primer aniversario… Los acontecimientos, el entorno, los recuerdos, todo parece arrastrarte directamente al dolor y el sufrimiento de aquellos momentos. Sin embargo, si hay algo que he aprendido durante este proceso es que cada día puede y debe ser histórico. Que quiero vivir el 2 de Junio de 2016 de forma que al llegar la noche sienta que el tiempo ha sido empleado adecuadamente en esta mi nueva misión. Sin pensar en qué pasará el 3 o qué ocurrió hace un año. Cada día es un auténtico regalo de Dios, una oportunidad, un nuevo comienzo.

Porque en realidad, cada día estamos sembrando con esfuerzo nuestro amor y trabajo hacia el futuro, y a la vez recogemos los frutos de lo sembrado en el pasado. A pesar de la dureza de estos meses, llegó el momento en que Reme aprobó aquel tercer examen, consiguió su plaza y recientemente juró su cargo en un inolvidable acto. Dios permitió que pudiera verlo en directo, y mientras ella subía al escenario nos mirábamos, cerraba mi puño y le decía «vamooosss». Y alguna lágrima de alegría cayó por nuestras mejillas.

Esta gran alegría, como muchas otras, también son parte de este aparentemente negro y durísimo año. Y yo me quedo con el todo. Por eso nunca hay años malos ni buenos, sino momentos vitales que llegan, muchos de ellos sin desearlos ni esperarlos. Retos donde nosotros elegimos únicamente el cómo queremos vivirlos. Y creedme, sea cual sea el resultado final, esa elección, el cómo, es poderosísima y 100% nuestra. No os preguntéis qué queréis hacer hoy, sino cómo queréis vivir el día de hoy.

2 de Junio de 2016. Primer aniversario. Día perfecto para daros gracias a todos por vuestras oraciones, por vuestro apoyo, por detenerme por la calle, por decirme ¡vamos! aunque no os conociera, por los cantos, por los saludos dedicados,… De verdad que me encantaría poder devolver una pequeña parte de lo que se me ha dado. Y en eso emplearé cada día desde por la mañana, a la sencilla misión que Jesús nos encomendó: ama a tu hermano.

Vivamos cada día. Sonriamos. En la salud y en el dolor. En la tranquilidad y en el estrés. Yo sigo mi camino, con una dirección clara. Confiando. ¡¡¡Vamooosss!!!